México

Hola, aquí de regreso después de pasar las vacaciones de primavera en México. ¡Tantas cosas que hice! ¡Tantas cosas que vi! Pues, en realidad que puedo escribir sobre mucho de esto, pero primero que nada, quiero escribir de mi reacción en general de cómo yo vi a mi México. ¿Por qué mi México? Porque yo nací allí, aunque ahora vivo en los EE.UU. y ya tengo tiempo, nunca olvido ni olvidaré de dónde vengo.

Por supuesto que todavía me gusta mucho México, he tenido la oportunidad de visitarlo muy seguido desde que lo dejé atrás. Es un país muy hermoso pero también es un país con muchos problemas.

Por ejemplo, hay mucho, pero mucho tráfico por todas partes. En la ciudad de Querétaro, por ejemplo, parece ser que todas las personas son dueñas de un vehículo, pero no es así en realidad, porque también vi a muchas personas usando el sistema de transporte público. Cuando íbamos al centro, los estacionamientos se llenaban muy rápido y era difícil encontrar un lugar en el cual estacionarse. En las calles, había muchos coches y todos manejan muy, pero muy rápido, a comparación a como manejamos aquí en Estados Unidos.

Pero si piensan que este problema del transporte público es algo en Querétaro, ¡no es nada comparado con la situación en la ciudad de México! Allí parece que el problema se multiplica por diez. Hay muchísimos, pero muchísimos vehículos en esta ciudad. Hay también tantos camiones por todas partes, autobuses y en realidad varios de ellos son muy viejos y ya deben retirarlos porque contaminan mucho. Antes me gustaba subirme al transporte colectivo del metro, el metro es super-rápido, éste te puede llevar a cualquier parte de la ciudad en tan poco tiempo. Es algo necesario en una ciudad tan grande y con tanta gente. Les comenté que antes me gustaba mucho subirme a éste, pero ahora no estoy tan seguro.

Yo estuve dos días en la gran ciudad y en el metro estuve un poco disgustado porque había tanta gente, sobre todo en el centro de la ciudad. El metro para en cada estación y las puertas están abiertas tan solo como diez segundos, pero cuando hay tanta gente, se tiene uno que apurar y empujar a los que están alrededor. Otra cosa que no me gusta ya del metro es que todas las ventanas están rayadas (en vez de pintarlas, las rayaron). El hecho de que están rayadas hace imposible el limpiarlas, porque parece que las rayan con algún tipo de metal.

Pero yo creo lo que me hizo pensar más fue la pobreza. Por todas partes hay gente pidiendo dinero, y es difícil mirar hacia otra parte y también es más difícil no darles dinero a los que ves. Me puse a pensar como todos tienen una historia detrás de ellos. También me puse a pensar como no es justo que ellos estén en las condiciones en las que están. Desde la persona que pide dinero en la calle hasta la persona que te da algo con que secarte las manos después de lavárselas uno en un baño público.

No piensen que todo es malo en México, hay partes que son muy limpias. Hay partes que son muy, pero muy bonitas, la comida es excelente y la gente en general es muy, pero MUY amable. Si ellos pudieran, les darían lo poco que tienen para hacerlos a ustedes sentirse mejor.

Espero y algún día puedan ver más del México turístico y conozcan a la gente de otras partes del país, ojalá y las cosas mejoren poco a poco. En el futuro escribiré más de mi más reciente experiencia en el gran país al sur de nosotros, el país de México.

La canción del día:

El viajero de Luis Miguel